La impotencia produce frustración social |
La impotencia masculina es la incapacidad de lograr una erección que permita mantener relaciones sexuales normales con otras personas. Pero lejos de lo que se cree, este trastorno dejó de ser un simple problema funcional para convertirse en un estigma social de vital importancia.
Los hombre que sufren este trastorno se encierran en un mundo de interrogantes sin solución fácil, al parecer la sociedad entera presiona y discrimina esta condición sin entender las verdades y mentiras alrededor de ello.
A continuación se detallan algunas afirmaciones inciertas y míticas acerca de la hombría y la virilidad.
"Ser viril es poder tener erecciones" FALSO
Ser viril significa ser hombre y comportarse como tal, es decir asumir el
rol social masculino propio de este sexo; además de las características intrínsecas genéticas
y hormonales que implica.
"Es imposible mantener relaciones sexuales si no se tiene erección" FALSO
Las relaciones sexuales no dependen únicamente de erecciones y/o penetraciones, se puede efectivamente mantener relaciones de tipo sexual con el resto del cuerpo.
"Una individuo que padece impotencia sexual es poco hombre" FALSO
La hombría no se mide por erecciones o el tamaño de los genitales, la hombría es una condición biológica, y se mide por la "actitud" en relación a esta condición de masculinidad.
"Los hombres que padecen de impotencia no pueden tener hijos" FALSO
Los hombres que padecen este trastorno SI pueden tener hijos, al menos que no sean Fértiles; no poder lograr una erección no implica necesariamente la falta de producción de espermatozoides, de manera que con una inseminación de tipo artificial, un hombre con impotencia sexual puede fecundar
cualquier mujer.
Teniendo en cuenta todos los prejuicios sociales alrededor de esta enfermedad, es importante destacar que en general la mala información conduce a la exclusión y a la discriminación social, generando opiniones carentes de criterio válido y fidedigno.
Los hombre que sufren este trastorno se encierran en un mundo de interrogantes sin solución fácil, al parecer la sociedad entera presiona y discrimina esta condición sin entender las verdades y mentiras alrededor de ello.
A continuación se detallan algunas afirmaciones inciertas y míticas acerca de la hombría y la virilidad.
"Ser viril es poder tener erecciones" FALSO
Ser viril significa ser hombre y comportarse como tal, es decir asumir el
rol social masculino propio de este sexo; además de las características intrínsecas genéticas
y hormonales que implica.
"Es imposible mantener relaciones sexuales si no se tiene erección" FALSO
Las relaciones sexuales no dependen únicamente de erecciones y/o penetraciones, se puede efectivamente mantener relaciones de tipo sexual con el resto del cuerpo.
"Una individuo que padece impotencia sexual es poco hombre" FALSO
La hombría no se mide por erecciones o el tamaño de los genitales, la hombría es una condición biológica, y se mide por la "actitud" en relación a esta condición de masculinidad.
"Los hombres que padecen de impotencia no pueden tener hijos" FALSO
Los hombres que padecen este trastorno SI pueden tener hijos, al menos que no sean Fértiles; no poder lograr una erección no implica necesariamente la falta de producción de espermatozoides, de manera que con una inseminación de tipo artificial, un hombre con impotencia sexual puede fecundar
cualquier mujer.
Teniendo en cuenta todos los prejuicios sociales alrededor de esta enfermedad, es importante destacar que en general la mala información conduce a la exclusión y a la discriminación social, generando opiniones carentes de criterio válido y fidedigno.
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