Desde su nacimiento la red de redes, Internet, ha colmado nuestros corazones mostrándonos un mundo casi infinito de información y posibilidades. Mucha gente ha compartido grandes emociones desde la web, se ha enamorado, ha conocido gente nueva, ha vivido innovadas experiencias en la comunicación y por sobre todas las cosas ha cultivado un nuevo e imperioso conocimiento en materia de tecnología e información libre descentralizada.
Internet persigue su esencia innata que se basa en la libertad de expresión, en la comunicación virtual con nuestros pares y en el acceso al conocimiento; pero no el mismo conocimiento que transmite la TV, la radio o los diários. Aquí no existen intereses políticos, no hay ideología central más que la que cada individuo plasma en su blog, su página personal, en un foro o en un video.
Internet es y sigue siendo de esta manera gracias a sus millones de usuarios y gracias a las grandes empresas que "salvaguardan" su integridad, protegiendo al usuario que interacciona en sus plataformas. Es el caso de Google, Facebook y otras. Internet no sería lo mismo sin ellas, ellas hacen Internet, organizan y hacen posible este medio masivo de comunicación.
Sin embargo, no todos es maravilloso en Internet. La pornografía infantil, la ilegalidad y el acceso sin restricciones a materiales protegidos por derechos de autor es un grave problema a solucionar. No es legal, no es bueno ni digno robar lo que otros hacen, fabrican o desarrollan sin su permiso, por ello, es necesario construir medidas que puedan sostener otros modelos culturales sin que sea necesaria la destrucción de Internet tal y como se caracteriza, ni que se intente violar los derechos legítimos de los usuarios.
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