mano de hombre y mujer

 Sexo y amor, cuanto se parecen, y que diferentes son. Todos tenemos sexo, pero ¿Cuánto amor existe en nuestras relaciones?

Muchos dicen que el amor tiene un principio y un fin, otros creen que es eterno, pero mientras se encuentra presente la vida es dulce y sabe bonito. Más bien en ausencia de amor todo es escombros y oscuridad, pues es el amor un aliado espiritual que nos aleja de los malos sentimientos.

El sexo por su parte es nuestra esencia intima que nos condiciona como humanos y nos hace actuar desde nuestras pulsiones más inherentes. Todo parece diferente al amor. El amor es espiritual, emocional; mientras que el sexo es materia, energía y una condición indefectiblemente física.

Cuando el sexo se realiza en ausencia del amor, causa la sensación de no estar alineado con el alma y la sabiduría del corazón. Y es allí cuando el acto toma un rumbo diferente, lo que parecía haber nacido desde el sentimiento finaliza en intencionalidad enfocada en saciar la necesidad. Una necesidad puramente sexual.

El sexo sin amor no es mejor, igual ni peor, es diferente. La diferencia no es pequeña es muy distintiva, y es como comer un alimento por que sabemos que nos va a ser bien pero no lo deseamos en realidad, no lo queremos, no lo amamos. El amor le adiciona el condimento emocional que hace la diferencia.

El sexo sin amor y la culpa

Muchas personas sienten culpa luego de haber tenido relaciones con un desconocido o con alguna persona que apenas se conoce. ¿Cuál es la causa de esto?. Al parecer, estamos genéticamente programados para amar, y sabemos reconocer que donde esta este sentimiento es lo seguro, lo confiable, lo que esta bien.

Inconscientemente al mantener relaciones sexuales con alguien al que no amamos, es normal sentir cierta culpa e incluso una breve tristeza que aparece poco después de que todo haya acabado. Pues, a esto se le conoce con el nombre de síndrome de depresión post orgásmica (POIS), y es un claro síntoma psicológico por cierto.

Es importante comprender que en los casos en los que aparece esta pequeña tristeza, el cerebro nos esta queriendo decir que dentro del placer hay algo que no es cómodo, que no esta bien, de hecho la mente lo interpreta en el inconsciente como algo malo. Pero no necesariamente tiene que serlo, si alguna vez lo hicimos es por que estuvimos seguros.

El amor se hace presente una vez más e intenta marcar su importancia, incluso en las relaciones sexuales.



 

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