Los dientes y el azúcar
Las piezas dentarias necesitan especial cuidado durante la primera infancia, y una atención permanente en la vida adulta. El azúcar de los refrescos con gas y las bebidas dietéticas pueden dañar severamente los dientes en cualquier etapa de la vida. Aprenda como mantener unos dientes saludables.
El aparato bucal no solo esta habitado por la dentadura, también se encuentra enormemente plagado de microorganismos que con naturalidad viven allí. Estos no son para nada pocos, se dicen que son al menos más de 500 especies de bacterias con una población que asciende a los 120 millones, si, 120 millones dentro de la boca. Suena un poco desagradable pero es lo normal.
Muchas de estas bacterias causan graves problemas en la salud y en los dientes del individuo. Por suerte, podemos controlar su acción mediante una buena limpieza bucal que disminuye drásticamente su poblado, pero volveran...
Si, vuelven mucho más rápido de lo esperado, la limpieza debe ser de todos los días, por que tanto los alimentos que se ingieren como el simple aire que ingresa por la boca son suficientes para repoblar el mundo de las bacterias en el interior de la boca.
El problema del azúcar
El azúcar es sin lugar a dudas el alimento más buscado por cualquier ser vivo, incluyendo a los humanos. Basta dejar un poco de azúcar en el suelo para que luego de unos contados minutos lleguen desde el más remoto escondite un montón de hormigas e insectos a disfrutar del aperitivo.
Con las bacterias bucales sucede algo parecido pero diferente, las caries se producen por el metabolismo y degradación de los azúcares o hidratos de carbono que muchas veces quedan adheridos a cada pieza dentaria. Esta fermentación de productos alimenticios son llevados a cabo por diversas bacterias que producen ácidos muy corrosivos para el esmalte del diente.
Mientras el azúcar se descompone el Ph de la boca baja y el entorno se acidifica. La placa bacteriana ya esta en marcha y el diente comienza a ser dañado lentamente.
Las bebidas refrescantes, gaseosas y los jugos azucarados pueden contribuir a acidificar aún más la boca y acelerar el proceso pendiente, el mismo que ya había comenzado con los residuos de comida que quedaron atrapados entre cada uno de los dientes.
Prevención del daño dental
La única prevención y la más eficaz es limpiarse los dientes varias veces al día después de cada comida; es muy recomendable también visitar al odontólogo al menos una vez al mes y evitar las bebidas azucaradas y los azúcares refinados, especialmente (caramelos y golosinas).
0 comentarios:
Publicar un comentario