Todos alguna vez nos preguntamos esto, una pregunta filosófica cuya respuesta no es tan sencilla como pareciera. Pero existe algo que es mucho más claro, mejor pensemos en lo bueno y lo malo.
Más allá de la ética y la moral, podemos basar siempre nuestros comportamientos en las 2 variables universales de la vida, el bien y el mal. ¿Alguna duda?
Sí, pero ¿Acaso algo para mi es bueno y para los demás no lo es? Para poder definir esta idea tenemos que recurrir a la teoría del daño. Cuando una persona o comunidad se produce daño o lo produce a los demás directa o indirectamente, podemos decir que su acto es malo. Mientras que, si no lo hace es bueno. Ahora bien, ¿Eres neutral?
La neutralidad no existe
Muchas veces las cosas pueden no ser blancas ni negras, y entonces la escala de grises ¿nos puede servir? En lo existencial la neutralidad no es más que una parcialidad encubierta. Nadie puede definirse en el centro de dos cosas totalmente opuestas, porque si son opuestas, es justamente por sus grandes diferencias.
En una guerra por ejemplo un país que se declara neutral, en realidad no lo es. En sus convicciones, aunque no manifiestas siempre oculta o no su favoritismo. Ante dos posiciones diferentes, un tercero puede no estar de acuerdo con ambos o de acuerdo con uno de ellos. El simple hecho de que se manifieste a favor de las dos partes, es cuando esconde su verdadera posición.
¿La religión y la política conducen nuestra vida?
Tanto la religión como la política pueden influir considerablemente en nuestro pensamiento e ideales, no por ello dicha influencia siempre es positiva o negativa, pero es importante nunca abandonar el espíritu crítico para saber discernir por si mismos si llevamos el camino correcto.
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