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| Vestido de novia de una mujer |
Las mujeres sorprenden por sus habilidades intelectuales que en muchos casos superan al hombre. Algunas de sus insólitas capacidades describen sus complejos razonamientos, que por lo general resultan de 3 a 4 veces más sofisticados que los que elabora cualquiera de sus pares masculinos.
¿Son más inteligentes las mujeres o solo complican su vida con pensamientos innecesarios? La verdad no esta resuelta, sin embargo estudios estadísticos revelan que las mujeres son menos propensas al fracaso y que su superación personal es muy eficiente.
La mujer desde la antigüedad siempre ha sido recluida por los hombres al extremo de suprimir fuertemente sus derechos. En la actualidad aún existen algunos focos de discriminación y de violencia de género, pero gracias al avance y a la concientización de las personas, el 93% de las mujeres gozan de libertad plena y de paridad con el hombre en todo el mundo.
Características femeninas generales
Las mujeres poseen una particular forma de pensar, un estilo único e inherente a su género que las convierte en seres humanos muy preciados. Si bien es cierto que la mayoría de las mujeres intentan imitar alguna o varias de las actitudes y aptitudes de sus pares masculinos, es importante destacar que ellas pueden desempeñarse casi a la perfección en las actividades de ellos, mientras que sería complicado predecir lo contrario.
En el ámbito laboral las mujeres se han superado a lo largo de los años, en parte, tras haber vencido a la discriminación y a la exclusión que las afectaba en esos tiempos. Actualmente, un mundo con escasas mujeres sería imposible de manejar, más precisamente terminaría en un colapso ineludible.
Las mujeres suelen ser biológica y mentalmente más complejas que los hombres. Mientras un hombre piensa en atesorar a una mujer, una mujer piensa en atesorar a ese hombre, construir una familia, y solo algunas en atesorar sus bienes. Claro que nada es sencillo para una mujer, su inteligencia la han cultivado con la experiencia de tener siempre que ingeniar salidas y soluciones ante situaciones difíciles, dificultades personales y biológicas. ¿Usted imagina a un hombre en situación de parto?
Las mujeres también son didácticas, menos prácticas pero extremadamente capaces y adaptables. La delicadeza femenina no solo tiene su origen en la genética del género, también es una respuesta física, emocional y psicológica que aparece como consecuencia de convivir permanentemente con individuos masculinos, que por ende son más fuertes y más valientes.
Las características de las mujeres varían de unas a otras, ya que existen parámetros que tienen más que ver con la personalidad individual y no con una característica de género. Sin embargo, existen colores como el rosa, letras como la A, hábitos como tejer y deportes como el hockey que la sociedad suele asociar casi directamente con rasgos más bien femeninos.
Cada mujer es un templo de amor desde el momento en que el génesis del ser humano yace dentro de su cuerpo.
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Las mujeres poseen una particular forma de pensar, un estilo único e inherente a su género que las convierte en seres humanos muy preciados. Si bien es cierto que la mayoría de las mujeres intentan imitar alguna o varias de las actitudes y aptitudes de sus pares masculinos, es importante destacar que ellas pueden desempeñarse casi a la perfección en las actividades de ellos, mientras que sería complicado predecir lo contrario.
En el ámbito laboral las mujeres se han superado a lo largo de los años, en parte, tras haber vencido a la discriminación y a la exclusión que las afectaba en esos tiempos. Actualmente, un mundo con escasas mujeres sería imposible de manejar, más precisamente terminaría en un colapso ineludible.
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Las características de las mujeres varían de unas a otras, ya que existen parámetros que tienen más que ver con la personalidad individual y no con una característica de género. Sin embargo, existen colores como el rosa, letras como la A, hábitos como tejer y deportes como el hockey que la sociedad suele asociar casi directamente con rasgos más bien femeninos.
Cada mujer es un templo de amor desde el momento en que el génesis del ser humano yace dentro de su cuerpo.
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