Las cucarachas, también llamadas Blattodea,
tienen origen hace millones de años atrás. Los primeros fósiles fueron
encontrados en el periodo Carbonífero, aunque sus características y apariencia
no son las mismas que en la actualidad.
Estos pequeños insectos, a pesar de su
aspecto, poseen una estructura compleja que les permite adaptarse a cualquier
clima, temperatura, medio y demás situaciones que logra llamar sin duda la
atención de los humanos. Muchos científicos han dedicado varios años de estudio
para poder lograr entender como esta llamativa criatura ha logrado sobrevivir
tantos años traspasando incontables periodos sin extinguirse. Muchos aseguran que el secreto de la supervivencia se encuentra en la alimentación o la variación de alimentos. Las cucarachas suelen comer todo tipo de azucares, grasas y productos que contengan almidón, aunque también pueden ingerir variedad de cueros y pegamentos sin que les produzca algún daño. Además pueden resistir 1 mes sin beber agua absorbiendo tan solo la humedad del ambiente.
Otros afirman que gracias a su fuerte sistema inmunológico pueden adaptarse a cualquier temperatura ambiental, pero su preferencia se inclina hacia climas cálidos y húmedos para así poder desarrollarse de una manera más fácil. Generalmente se sitúan en los alrededores de la cocina y cerca de cestos de basura.
Los estudios muestran que las hembras son
capaces de engendran de 30 a
40 huevos por depósito y el desarrollo de los mismos oscila entre los 3 y los 4
meses, llegando así a vivir aproximadamente 1 año cada cucaracha. Lo asombroso
es que puede producir hasta 8 depósitos, o sea 400 huevos.
El mayor y principal problema que este
insecto les produce a los humanos es que transmite
innumerables enfermedades, tales como la peste, diarreas, infecciones en los
genitales, en los intestinos y en el aparato urinario. Además de inflamaciones
en la piel, gastroenteritis y fiebre. Las cucarachas contaminan todo aquel lugar que transitan, ya sea alimentos, mesadas y demás elementos que se utilizan a diario en la cocina; sus excrementos son depositados al mismo tiempo que comen y su olor puede afectar el sabor de la comida humana.
El cuerpo de este insecto esta lleno de sustancias que producen al tacto, urticarias, estornudos, lagrimeo y otras alergias a las personas sensibles. Es por esto que son consideradas una de las plagas más importantes, de mayor cantidad en el mundo, y la más difícil de combatir; como también, las primeras en la lista cuando se habla de transmitir enfermedades.
En la actualidad existen diferentes métodos que ayudan a poder deshacernos de ellas con facilidad o por lo menos a controlar su expansión. Los insecticidas en aerosol, jeringas o casitas con cebo, que se reparten por el hogar, son una excelente opción que no dañan al ser humano ni al medio ambiente en general.
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