Hacemos referencia a una personalidad histórica de la antigua Alemania del Tercer Reich.
Oskar schindler era el director de una fabrica metalúrgica, que trabajaba estrictamente en pos de la segunda guerra mundial que florecía por ese entonces; la industria comenzó inicialmente con la fabricación de utensillos de cocina hasta que luego la producción fue reemplazada por armamento militar.

La incertidumbre con la que se vivía en Alemania, sumado a la persecución sistemática de los judíos llevo al país a un caos generalizado, en donde el valor de la vida era sumamente menospreciada, especialmente para el pueblo judío residente en los Ghettos.

Adolf Hitler, presidente de Alemania y comandante supremo del ejercito llevo a cabo un plan siniestro y descabellado que consistía en exterminar a las personas físicas y jurídicas que no sean útiles para su campaña militar o aquellas otras que simplemente eran contrarias a la ideología nazi.

Dentro de este grupo y en primer lugar estaban lo judíos (raza para el inferior), tengamos en cuenta que en realidad no tenían nada de inferiores sino todo lo contrario, eran listos, inteligentes, hábiles y sobre todo ricos; mas allá de estos Hitler mando a matar a discapacitados, homosexuales y toda clase de individuo para el inútil.

Dentro de este contexto, Oskar schindler pudo ser testigo de las atrocidades acometidas por los soldados, y gracias a algunos contactos logro contratar para su fabrica a un hábil contador judío llamado Itzhac Stern quien lo ayudo a manejar la economía de la empresa. Mientras tanto los soldados de las SS, seguian matando y despojando por las calles al pueblo semita.

Oskar schindler observo que la contratación de operarios Polacos podría demandarle gastos adicionales, y amplió así su mirada hacia una posible mano de obra mas barata, en este caso, contrataría luego a operarios judios. Lo cierto de esta historia es que Schindler supo entender las necesidades económicas aunque con mayor importancia de refugio que demandaban sus trabajadores, fue así que logro contratar a un total estimativo de 1200 trabajadores judíos, la mayoría inexpertos con el solo fin de salvarlos de las oscuras manos de los oficiales nazis.

Al principio, Schindler, veía en sus trabajadores una gran oportunidad económica de superación, pero luego de un tiempo su carácter protector fue aumentando a tal puto de perder dinero, es de cir de realizar acciones contraproductivas en la industria.

Citamos a esta personalidad que sin duda quedara en la memoria de los sobrevivientes del holocausto judío pero además en toda la comunidad, ya que como ser humano Schindler fue un creador.

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