¿La vida es un algoritmo?
Vivimos inmersos en la rutina diaria e intentando vencer cada obstáculo, manejamos más información de la que podemos realmente asimilar, queremos tener éxito en el cumplimiento de nuestras metas, pero ¿No sabemos que es un algoritmo?
Siempre pensamos que la vida es un entramado bastante interesante de claves y procedimientos, la vida es realmente compleja, aparecimos en ella y nos vemos empujados a tener que vivirla cueste el precio que cueste. Pero esto no esta nada mal, la vida es realmente maravillosa, para quien sabe apreciarla.
A menudo la gente se interesa en lograr objetivos, muchos son objeto de nuestros propios deseos humanos, pero otros son simplemente ideas heredadas de la sociedad, nuestros ancestros y de la cultura misma. Queremos progresar, pero sabemos que hay que pagar un precio por cada paso que damos en la vida. Es una suerte de causa y consecuencia, un paso puede originar un error, y la acumulación de errores dan origen al fracaso.
Pero el éxito, no es obra del azar, como seguramente no lo fue tampoco la creación del mundo. Todo tiene un porqué aunque no lo conozcamos. Existe una manera o muchas maneras de hacer algo y de hacerlo bien, pero existen muchas más de hacerlo mal, y es aquí donde entra el concepto de algoritmo.
Nuestra valiosa vida esta gobernada indiscutiblemente por las matemáticas, y es que realmente el concepto de "algoritmo" suena a matemáticas, suena a algo complejo. ¿Pero que es verdaderamente un algoritmo?
Naturaleza de los algoritmos ¿Que es un algoritmo?
Un algoritmo es representado como un diagrama de flujos, pero en la práctica es una función matemática, es una clave o un código de instrucción que nos establece un paso a paso que finaliza en la resolución de un problema u objetivo.
La naturaleza y la vida misma se rigen en algoritmos, pero no uno sino millones que se relacionan entre si. 2 + 2 es 4, y si mezclo tempera amarilla con tempera azul saldrá el verde y no otro color. Si realizo la mezcla de salitre, carbón y azufre no obtendré otra cosa que pólvora explosiva, siempre que lo haga obtendré el mismo resultado. (Siempre que lo haga en las condiciones y proporciones correctas).
Pero, ¿Todo es blanco o negro? ¿Que tal con lo grises?. Por supuesto que en el mundo matemático no existe la neutralidad, los resultados son exactos si se cumplen las premisas y condiciones necesarias. En las relaciones humanas, los condicionantes para realizar cada acción pueden ser tantos que llegamos a creer que nunca acabaríamos por comprender una regla para cada cosa.
Para la vida diaria la utilización de algoritmos solo podrá acercarnos al objetivo de una manera bastante eficiente, pero el cumplimiento del mismo va a depender de que tan preparados estemos para afrontar las variables. Aunque por el contrario, no utilizar ningún algoritmo en los objetivos significaría dejar nuestra vida librada al azar.
Usamos algoritmos sin saberlo
Ser un profesional es un algoritmo. Nos vamos preparando para ello desde muy jóvenes, con apenas 6 años empezamos a ir a la escuela y vamos aprendiendo las nociones básicas del conocimiento a través de los juegos, luego crecemos y comenzamos a leer y a escribir, nos enseñan matemáticas y ciencias. Mas tarde en la escuela media, tomamos un rol más adulto en las relaciones, aprendemos a relacionarnos con profundidad con nuestros pares, logramos incorporar un conocimiento mucho más elevado y finalmente amanecemos en la universidad para seguir una carrera.
Cocinar es un algoritmo. Si quieres hacer pan deberás mezclar harina, agua y sal. Los pasos están en tu receta, si la sigues paso a paso obtendrás un bocado exquisito. Si decides improvisar el resultado esta librado al azar, quizás crees un nuevo plato, pero si quieres repetirlo en el futuro deberás recordar como lo hiciste antes, para entonces habrás creado un algoritmo nuevo.
El propósito de los algoritmos es solucionar problemas
El verdadero propósito de los algoritmos es plantear la solución segura a un problema, claro esta que un algoritmo no puede dar un resultado incierto, por lo que para serlo debe ser preciso y eficiente. El cubo Rubik es un ejemplo claro, hay muchas formas de resolverlo pero muy pocas permiten hacerlo en muy pocos pasos y en un tiempo reducido a segundos.
Si usted quiere llegar a una calle o a una dirección del mapa desde su ubicación podrá ver que puede tomar muchos caminos, todos ellos probablemente lo lleven al mismo lugar. Pero existen pocos caminos que le permitan tomar la senda con menor tránsito e interrupciones de semáforos para que su tiempo en hacerlo sea realmente conveniente. Ese algoritmo usted no lo sabe, pero lo puede saber un taxista que lo pone en práctica todo el tiempo.
Recurrir a las personas adecuadas para obtener algoritmos valiosos
Para obtener las claves para realizar cualquier cosa que usted se proponga debe dirigirse a un experto en la materia. La experiencia es lo único que permite crear certeros algoritmos, para luego incluso lograr objetivos que a simple vista son difíciles e inalcanzables.
Todo tiene un por que y una razón de ser. A la vez hay una o varias formas entre millones posibles de hacer algo bien y de la mejor manera.
0 comentarios:
Publicar un comentario