Para definir una clase social podríamos encontrar un montón de conjeturas que se ajusten más o menos a lo visible, a todo aquello que podemos interpretar de nuestro mismo entorno. Pero hay una sola cosa inequívoca que jamás se nos escaparía por mencionar: El dinero.

    El dinero es uno de los componentes más importantes a tener en cuenta cuando queremos diferenciar a dos clases sociales diferentes. Siendo así podríamos clasificar a las clases por el nivel adquisitivo de diversos grupos de personas. A mayor cantidad de dinero, más alto será el poder adquisitivo y por ende la clase de pertenencia.

¿En que influye pertenecer a una clase social o a otra?

  En términos estrictamente materiales, el simple hecho de relacionarse con personas de una misma clase social, facilitará y compatibilizará todo aquello que en virtud del poder de compra y la calidad de vida semejante se podrán compartir. ¿Pero que ocurre con la diversidad?

Personas que viven en una burbuja

  "Vivir en una burbuja" es un concepto que hace referencia a aquellos individuos que no logran ver más allá de su alrededor cercano. Generalmente un niño de clase social alta, acostumbrado a jugar con juguetes caros; al relacionarse un su escuela con sus compañeros, descubría que los otros niños tienen los mismos juguetes, pero no podrá identificar la desigualdad de aquel que no podrá jugar a los mismos juegos.

   Este quizás sea el principal problema de una férrea división entre las clases sociales, impide la diversidad y la captación del mundo real.

  Si cualquier persona le preguntara a un individuo rico -¿que sabe acerca de la pobreza?, lo más probable es que responda conceptos aislados y muy superficiales, tales como los que se podrían encontrar en una enciclopedia o en un libro de textos, o bien en el periódico. Pero la pobreza no es teórica, es más bien una realidad práctica, y quien no la observa de cerca, será ciego a las circunstancias.

Los pobres saben más de los ricos, que los ricos de los pobres.

    Es común que las personas de clase social baja conozcan hasta detalles de la vida de sus estrellas millonarias, pero obviamente no al revés, y esto es un fenómeno que se explica por la negación que existe a aquello que no deseamos. Todo lo que esta fuera de nuestro deseo, entre ello, la pobreza, preferimos no saber de ella, para no amargarnos o no sentirnos con culpa.

Realidades sociales que no se deben esquivar

   Negar la pobreza es negar la realidad, la pobreza siempre existirá mientras haya desigualdad. Pero la desigualdad es imposible de erradicar bajo el orden capitalista. Sin embargo, cuidar del prójimo y contribuir a una equitativa redistribución de la riqueza es obligación de absolutamente todos.

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